NO SOMOS NADIE

Me cuesta encender el televisor para ver los informativos; y más con la que está cayendo últimamente. Total, de lo bueno no te enteras, y de lo malo lo haces enciendas o no la 'caja tonta'. Pero el otro día, tuve un ataque de neurona y me clavé un telediario a las 9 de la noche, de una cadena que no voy a nombrar por aquello de que si quieren publi, pues que la paguen. Así, más o menos de memoria, recuerdo de ese informativo, las siguientes noticias: el FMI y la prima de riesgo española con previsiones horrendas, Urdangarín acudiendo al despacho de su abogado y una señora increpándole y diciéndole 'ladrón' así, sin anestesia, en 'toa' su cara vaya; Rajoy intentando excusar al ministro Wert que quiere 'españolizar' a los niños catalanes; los monarcas con sus reales posaderas en la Academia de la Historia; Sofía, Elena y la Leti en las mesas de cuestación de Cruz Roja, que en esta ocasión destinará el dinero recogido a los pobres de este país, así, sin anestesia también; Felipe el heredero, acudiendo presto en ayuda de un ciclista que acaba de dejarse los morros en la acera, en plena Puerta del Sol; una mujer enterrada en el jardín de su casa a manos de su marido, la prostitución en La Junquera, el referéndum independentista en Cataluña y un incendio en una refinería en Galicia. Vamos un panorama que ni Goya en un día de bajón pintando un aquelarre.
Mientras tanto, pienso que a qué cojones me enchufo un informativo justo antes de la cena. Claro, que lo mismo lo hacen para que se nos quiten las ganas de cenar y así reduzcamos la factura del super y ahorrarnos unos eurillos en medio de esta puta crisis. Pero mientras tonteo con la propaganda de un 'tele-chino', me llega una noticia que me deja con las patas colgando, sobre todo porque es una noticia buena y esperanzadora. Así es que decido que el chino puede esperar y pongo la oreja. Resulta que al cabo de un año de haber tenido lugar las erupciones volcánicas en la isla de El Hierro, las maravillosas aguas de este lugar han sufrido una especie de 'big bang', de eclosión de vida, que las ha llenado de riqueza y color; nueva flora y nueva fauna rodean El Hierro y tienen maravillada a la comunidad científica, desafiando todas sus predicciones de desastre ecológico tras las erupciones marinas sufridas. Pues bien, ha sido que no. La salida de magma, minerales y otras sustancias ha convertido el fondo marino de la isla en un edén para nueva flora, peces pequeños, peces grandes que acuden en busca de los pequeños, etc, etc. En definitiva, todo un  espectáculo de la naturaleza que una vez más se caga en nuestra puta calavera dándonos una bofetada sin manos, recordándonos que no nos necesita absolutamente para nada, a nosotros, seres humanos inteligentes, omnipotentes, prepotentes y autosuficientes. ¡¡JA!!
Y entonces pienso en nuestro orgullo y soberbia superlativos, cuando nos creemos los reyes de la creación y los mismísimos masters del universo. Somos la cúspide de la pirámide alimenticia, no tenemos depredador natural. Comemos de todo y nadie nos come; por eso nos matamos entre nosotros mismos. Somos los putos amos. Doblegamos, (lo intentamos), a la naturaleza desecando ríos y lagos para construir ciudades, devastamos bosques y selvas para obtener madera, le metemos fuego al monte para cobrar un seguro, hacemos prospecciones petrolíferas en los polos porque cada vez necesitamos más gasolina y los países árabes están por joder un poquito al personal, nos pasamos por el forro los protocolos de Tokio y acabamos con especies animales porque un buen plato de atún rojo está que te rilas las patas abajo y un buen abrigo de piel sigue siendo signo de elegancia y distinción. ¡¡JA!! , otra vez.
Pero Gaia es lista; muuuy lista. Ella ya estaba aquí antes de que la raza humana existiera siquiera como embrión de renacuajo y se subiera a los árboles, y está más que harta de que la agredamos una y otra vez. Por eso creo que a veces se revuelve contra nosotros y nos manda algún regalito como tsunamis, terremotos, huracanes o erupciones volcánicas, que devastan y asolan, llevándose a veces, centenares de vida por delante. Pero Gaia también es generosa y nos hace regalos como el de la isla de El Hierro. La naturaleza da y quita, mata y da la vida, se autorregula, busca su equilibrio y nos da todo lo que tiene sin reservas, gratuitamente. Y nos avisa; siempre nos avisa cuando vamos por mal camino. Pero en la era de las tecnologías ya no somos capaces de entenderla cuando nos habla. Hemos desaprendido su lenguaje, tan sencillo y tan básico que da miedo. En el siglo XXI, cuando todo funciona ya con un simple código de ceros y unos, hemos perdido nuestra ancestral conexión con la naturaleza; la más ancestral y y sencilla, porque es nuestro origen. Hemos olvidado de dónde venimos y quiénes somos, mientras derrochamos medios y dinero intentando averiguar que hay más allá de nuestro universo conocido. ¿Cómo vamos a saber, pues, a dónde nos dirigimos la Humanidad entera?
La Naturaleza nos da la vida, la regala sin más. Es nuestra madre primigenia. Pero ya no hablamos con ella porque somos mayores, hemos crecido, somos independientes. Y ahora, claro, nos sorprendemos cuando nos llama para decirnos que la familia ha aumentado y tenemos algunos hermanos más allá en Canarias, en la isla de El Hierro...
 
Fotografía: Fried Feet by Miles Morgan ---www_BancodeImagenesGratuitas_com---