LA CONDENA DE PEPE BRETÓN

 Aquí una servidora, anda conmocionada desde hace varios días con el tema de la desaparición de los niños Ruth y José, y no sólo por hecho de que dos niños desaparezcan y no haya rastro de ellos, sino porque servidora conoce al padre desde hace muchos años.
Nadie le hemos llamado nunca José, para nosotros siempre fue 'Pepe', Pepe Bretón. Conocí a Pepe de casualidad. Por aquel entonces, yo estaba en una asociación juvenil, de corte progresista, en el barrio cordobés de La Viñuela y Pepe, junto con otros amigos apareció por allí y se inscribió, junto con sus colegas. Es cierto que nunca fue dicharachero, pero les aseguro que el chico era de los tímidos y callados, perro que cuando se dejaba caer con alguna ocurrencia, hacía que nos partiéramos de la risa. Colaborador, muy observador, servicial a más no poder, joven y con ganas de hacer cosas en la vida. Él y sus colegas fueron un soplo de aire fresco para la asociación, qué quieren que les diga.
He leído en algún medio que Pepe estuvo en Bosnia. Efectivamente eso es así. Pepe quería ayudar y se fue a Bosnia a conducir una ambulancia. Firmó su contrato de voluntario en el Ejército y allí que se fue. Terminó ese contrato de 3 meses y renovó. El dinero le venía bien, aunque nosotros no estábamos muy seguros de que compensara la ganancia por el peligro, pero él estaba contento y se le iluminaba la cara cuando vino de permiso y nos contaba cosas sobre los niños en la guerra. Fue de las últimas veces que le ví. Pepe y sus colegas acabaron ingresando en las filas del PSOE como militantes. La vida después nos fue llevando por derroteros distintos a cada uno de nosotros. Por eso, cuando hace días ví en televisión la noticia, junto a las imágenes de Pepe, de la desaparición de sus hijos, me quedé helada. No podía creer lo que estaba viendo.
Y yo ahora me pregunto si al cabo de 10 o 12 días, Pepe no se ha condenado ya. En primer lugar y en caso de que no haya sido él el culpable de la desaparición de sus hijos, ¿quién le va a devolver todos estos días de incertidumbre y pesar, de dolor y desesperación, de sometimiento a un juicio público 24 horas al día? ¿Es él el responsable de la desaparición por el simple hecho de que él tenía a los niños y andaba en trámites de separación de su esposa? ¿Qué hay de las afirmaciones que lo señalan como una persona fría y distante? Y, en segundo lugar, en caso de que él sea responsable de la desaparición de Ruth y el pequeño Jose, ¿qué estará pasando por su cabeza en estos momentos? ¿Les habrá ocasionado algún daño? ¿se atreverá a confesar su culpabilidad? y en caso de que sea así, repito, ¿qué pensarán de él su familia y amigos? ¿nos podemos poner en la piel de esa madre que está clamando al cielo para que aparezcan los pequeños?
En cualquiera de los casos, TODOS emitimos nuestros juicios de valor porque además tenemos la noticia en televisión todos los días. Los medios de comunicación, a los que por otra parte alabo, son también un escaparate público para todo aquél que por suerte, y en este caso por desgracia, tiene su 'minuto de gloria'. El minuto de gloria de Pepe y todo su entorno, incluida la familia materna, están pagando un precio excesivo. Independientemente del resultado de esta trama maldita ¿No estará Pepe condenado ya de por vida a vivir consigo mismo y contra nosotros?